martes, 10 de octubre de 2017

Cuando hables de mi

Cuando hables de mi y lo hagas de mal modo, espero que también hables de ti.

Espero que les hables de todas las veces que me dijiste tonta, de todos los días que me preguntabas para que me arreglaba, que les digas de todas las noches en las que me dejaste ir a dormir llorando.

Cuando le digas a la gente sobre cómo te rompí el corazón, primero explícales cómo me rompiste a mi, cuéntales de la vez que me golpeaste el vientre, de las cachetaditas a las que dulcemente llamabas "correctivos", de las veces que me jalabas el cabello y de aquella vez que me hiciste llorar porque me dijiste gorda, cuéntales de tus otras "relaciones", pero de ellas háblales bien, no del modo en el que te referías a mi con ellas.

Cuando hables de mi, acuérdate de todos los días en los que me quedé callada ante tus reproches y del "cariño" con el que te seguía tratando a pesar de todo, que más que cariño, se había convertido en un miedo irracional.

Cuando hables de mi, también cuéntales de lo valiente que fui al dejarte, cuéntales que hubo alguien que te quiso y que tu nunca supiste valorar.


sábado, 2 de enero de 2016

Dame esta noche

Hoy es de esos días en lo que siento tu ausencia mas que otros, siento el frío, la desolación, el desamor que dejaste en cada poro, en cada partícula mía. 
Siento el corazón estrellado, casi roto, como si aquel golpe que le diste le hubiera dado la oportunidad de seguir respirando agonicamente, de doler constantemente, de recordarte a cada paso, a cada anhelo a cada plan que quedo sin nacer entre nosotros. Por eso he decidido hablarte. 

Solo esta noche te quiero de nuevo a mi lado, quiero tu aroma, tu sonrisa, tus brazos que eran mi armadura perfecta, como si hubiesen estado hechos a la medida para rodear mi cintura...para rodear mis sueños y que nunca se vieran destruidos. Necesito de tu presencia que me fue bifurcada, estoy cansada de entrar en peleas conmigo misma y terminar sangrando, terminar ausente, terminar sola, solo consciente de esta ausencia tuya que conforme pasan los días me adormece. Necesito recordarte y contar de nuevo tus lunares, es que ahora solo recuerdo los mas importantes... ¿Quién se va a tomar la molestia de hacerlo?  Necesito una noche de "te amo" callados a tu lado, con tu cuerpo desnudo y tu rostro enseguida del mio, con los alientos enlazandose como nosotros como amantes lo hacíamos. 

Te necesito aunque sea para colocarte mentalmente en mi cama y platicar contigo, no sabes lo mucho que te voy a extrañar siempre. 
Necesito un abrazo y una frase de esperanza que me haga saber que todo va a estar bien, que este dolor se irá pronto y que algún día las lagrimas se irán del todo de mi cuerpo al recordarte. Dame un "Arriba guapa, te levantaras pronto, aquí estoy" dámelo y no me lo des, por que me conoces y solo me rompería más, hoy solo quisiera congelar el tiempo de nosotros de por vida. 

Dame solo esta noche para recordarte y no dejarte ir por un momento, después vete, huye de esta ola de dolor expandiéndose, esta ola que alguien quizás ya este listo para tomar sin importar la magnitud del mar en el que esta aventurándose, en cual, además ya no habita nada, solo hay fantasmas y barcos hundidos que no saldrán a flote nunca. 

Dame solo esta noche por todas aquellas que dejaste ir, por todas aquellas borrosas en los recuerdos, por aquellas que convertías las lagrimas en sonrisas, ahora entiendo lo vacías que habrían sido. Dame esta noche por aquellas que no existen, aquellas que no llegaran nunca. 

martes, 22 de diciembre de 2015

Viaje para nunca regresar

Hoy tengo mis maletas hechas para irme, no dejo nada mio en tu camino para que encuentres y me eches de menos a cada paso, no pretendo que lo hagas, me llevo mi ropa y mis libros, mis notas y mis cartas, los regalos y las fotos ¿Para qué querrías conservarlos? Es un pretexto inútil y un recordatorio constante de mi paso por tu vida, no me recuerdes. 

Me voy para facilitarme las cosas y no vagar por las calles llenas del fantasma de nosotros que aparece en cada esquina que piso, como aquella donde me dijiste "Te amo" a media voz y con el rostro ruborizado, esa misma que presenció nuestros besos de despedida y los cigarrillos que consumíamos lento,retrasando un poco mas nuestras despedidas, deberíamos de haber fumado mucho menos  para que esta última no llegara... Pero como todo en nosotros, queríamos correr para ganarle a los días... al tiempo, para llegar a aquellos días donde nuestra cama sería la misma, donde nuestra vida sería una en la cual nuestras decisiones fueran de ambos y no de uno, pero corrimos tanto que nos quedamos sin rumbo, nos perdimos en aquel intento de amarnos, quizás hasta llegamos a la meta, una meta que nos esperaba en unos años, cuando tuviésemos la fuerza para afrontarla, fuerza que para desgracia o fortuna nuestra no poseemos. 

Me voy y no voy a mentirte, intente besar otros labios para limpiarme de los tuyos, para que aquel sello que juraste eterno se disolviera con el tiempo, para que los sentimientos me abandonaran así como nos abandonamos mutuamente, sin embargo y como era de esperarse, no funcionó, solo aumentaron mis ganas de irme, de eliminarte de mis ojos, de mis dedos, de mis piernas, de mi espalda, de mi voz desgastada de tanto llamar tu nombre, de mi pies que solo pisaban fuerte al momento de verte, ahora tendré que aprender a hacerlo por el simple hecho de tenerme. 

No esperes mi regreso nunca, no esperes una carta mas, una llamada, una mirada, una lid amistosa de mi parte; no hay nada más que el recuerdo de dos personas que no existen, que se inventaron mutuamente a su antojo, personajes de un amor de escritores, viviendo entre anhelos y fantasías que nunca aspiraron a mas que eso. Perdón por construirte a merced de mis deseos, perdón por no dejarte ser, perdón por convertirme en aquello que tu querías y nunca mostrarte algo mas de lo que era que aquello. Algo que nunca fui. Algo que nunca fuimos. Algo que nunca seremos. 





lunes, 13 de julio de 2015

Aquello que entre sabanas no encuentras

Me tienes enamorada, enculada, estupidizada y cualquier otro adjetivo que se pueda relacionar con aquello de amar profundamente a alguien. Te vi a los ojos hoy y por primera vez en a una pizca de tres años te sentí distante, casi como si te costara trabajo tocarme y decirme "Te amo"
 Tuve que jalar tu brazo mas de tres veces para sentirme de algún modo  tan segura como siempre me he sentido bajo tus brazos, tengo que decirte que me sentí algo estúpida viéndote con aquella cara de tonta que suelo poner cuando te veo; tan feliz y tan tranquila al sentir mi cuerpo a lado del tuyo, como si fuese la mujer mas bella del universo, si, así me haces sentir siempre, pero vi tu mirada algo vacía, como buscando algo en un espacio inexistente que no esta, estará y no se si alguna vez estuvo.

jueves, 8 de enero de 2015

Rosa Té

A un parisino

26 de noviembre, 1878
Rosa Té está muy enferma, sus labios carmines cada día pierden mas el color y su largo cuello níveo se ve débil contra la almohada a la que lleva postrada ya un par de meses. El dinero cada vez es menos, mi maldita adicción nos ha dejado sin propiedades, sin sus bellos vestidos… Sin la capacidad de poder pagarle los medicamentos para la tuberculosis que se la come por dentro.  No la merezco, vendió sus  joyas para poderle pagar  a la servidumbre un par de meses pero  después de no recibir sueldo alguno se han ido, solo quedan dos o tres de sus damas mas fieles que no son capaces de dejar a la bella moribunda. Con los pocos vestidos finos que le quedan se arregla cada mañana, se colorea las mejillas y los labios para estar en su aposento lúgubre “Quiero  morir bonita” dice ella; Rosa Té aún enferma es bella, algunas veces cuando duerme, la observó y la acarició,  pienso que es la mujer mas bella aún con las ojeras púrpuras, los labios rosa pálido, los pómulos mas marcados que nunca, me provoca un nudo en la garganta que esta mujer hermosa, que amo inexorablemente este consciente de su lenta muerte, que cada vez parece mas próxima.
  Mi Rosa Té perdóname por tanto que te he hecho pasar… Mi bella Rosa Té, aún recuerdo el día que te conocí, paseando por la calle; atemorizado por tu apariencia créme de la créme apenas y me atreví a hablarte, pero en cuanto me viste, toda tu bondad y humildad salió a recibirme y a ahondar en una plática que nos mantuvo hasta que la oscuridad lo inundo todo, te despediste con un beso en la mejilla y partiste en tu carruaje, quedamos de vernos ahí mismo las siguientes semanas, hasta que pedí tu mano. Prometí cuidarte y no le he hecho… Perdóname… Perdóname… ¡Perdóname!
-Fin de la primera anotación  
7 de diciembre 1878
Continué con mi vicio a las apuestas con el fin de recuperar algo para curar a mi Rosa Té, pero sólo pierdo más y más, el dinero no alcanza y Rosa Té se esta dando cuenta, los últimos días me he quedado a cuidarla  y ¡es tan feliz! Siento como si se recuperara un poco mi pobrecita, algunas veces siento que tengo a la Té de toda la vida frente a mí, dice serle suficiente esta medicina de estar conmigo, pero su tos se ha ido intensificando y la cantidad de sangre es mayor, y aún en esas condiciones se las arregla para sonreír cada que entro a su cuarto, me muero por tocar sus labios, pero ella me lo niega diciendo que no quiere que enferme también y en caso de que ocurriese, ella no me podría cuidar y eso la mataría aún mas rápido. Es tan buena, conforme se le va  expirando la vida, siento que me estoy yendo con ella. Mi Rosita, mi Té, mi vida…No te vayas. Iré a probar suerte de nuevo con la esperanza de sacarte de esta oscura enfermedad que te arrebata de mis brazos.
-Fin de la segunda anotación

14 de diciembre 1878
Rosa Té apenas y se mueve, llegue en la madrugada y estaba como un tempano, sentada esperándome sobre su cama “¿A dónde fuiste? ¿Por qué tardaste tanto?” era lo único que atinaba a decirme entre tosidos, la tapé y estuve a su lado hasta que se quedo dormida, lloré sobre su regazo calladamente como un niño pequeño. Ya no quiere comer y dice que su dolor es tan grande que cree que hasta el alma le esta carcomiendo la enfermedad, estoy desesperado.
Las apuestas ya no funcionan y nadie quiere contratarme, el dinero que recibo de la pensión de mis padres ya no es suficiente y sin embargo no dejo de ir a jugar con la ilusión de que algo ocurra, pero solo pierdo, cada ficha que se va es como un día menos de vida de mi Rosa Té. Su talle ahora es como el un diente de león, tan delgado que al acostarla solo necesito medio brazo para rodearlo, una charada de la vida diciéndome de algún modo que mis brazos pronto ya no serán necesarios para ella ¿Qué voy a hacer yo sin Té en mi vida? No habrá nada.
-Fin de la tercera anotación
26 de diciembre, 1878
Rosa Té se me ha ido hoy, mi bella enferma solo dejo la silueta de su figura exquisita en la cama y el perfume de rosas que usaba de acuerdo a su nombre, siempre dijo que era de buena suerte llamarse como una flor con tal aroma, que así iba a dejar huella… Y la dejó, jamás me había puesto a apreciar su perfume como lo hice hoy.
 Llegué de jugar como cualquier día, solo que no era cualquiera, después de mil intentos llenos de fe para salvar a aquella que era el amor de mi vida, gané, gané lo suficiente como para que fuera tratada por el mejor médico del mundo, lo suficiente para ser digno de aquella mujer hermosa con corazón de oro, un millón  exacto. Brinque, corrí, lloré; lo cobré enseguida para llegar a casa con la buena noticia, para ver su sonrisa enorme y con todo el anhelo de una moribunda que se niega a morir… Llegué para encontrar un cuerpo a mitad de la sala a medio preparar para ser velado, creí era mi locura por no dormir bien en meses, corrí al cuarto esperando verla ataviada como siempre, estaba la cama vacía  y su perfume mezclado con ese olor casi imperceptible de cuando se acaba de morir. Deje a mi Rosa Té morir sola, esperándome eternamente en su cama, pero su alma no puedo seguir esperando, mi Té murió angustiada, cansada y esperando… ¿qué hombre soy?… ¿¡Qué clase de ser desalmado soy para no pasar junto a mi esposa lo últimos minutos!? grite por horas, sus fieles compañías me dijeron: “Señor, no se preocupe. La señora Té murió dormida, tanto que lo hacía últimamente la pobrecita, le aseguro que ni lo sintió aquella linda criatura… no se ponga tan mal no había nada que se pudiese hacer”
Fingí tranquilizarme y me encerré en este cuarto donde murió mi Rosita, mi pobre Rosita… Ya no tendrás que esperarme mi amor. Siempre voy a estar contigo.
-Fin de la cuarta y última anotación

  
Alana

domingo, 7 de septiembre de 2014

Paris X

Pase días enclaustrada en mi apartamento, los cigarrillos se esfumaban uno a uno llenando ceniceros del mismo modo que mi cabeza se llenaba de recuerdos, me preguntaba cuantas veces la había visto, que tanto la seguía buscando;  a lo mejor en aquellos momentos en los que yo me llenaba de dolor inescrutable el seguía saliendo descaradamente, buscándola, besándola con aquellos labios que creí míos por algún tiempo. 

El teléfono sonó incesantemente por unos cuantos días, me pregunté muchas veces si era el, pero no contestaba por no enfrentarlo, porque no me escuchara, mi voz sonaba como algo ajeno, apagado, sin vida, el solo escucharme me llenaba de una angustia repentina y me mantuve en mutismo; el simple hecho de bajar a alguna dependencia por una cajetilla  me apenaba y me refugiaba de nuevo, el tiempo seguía su curso, 
y comenzaba a hacerme a la idea de que todo había terminado, algunos días intentaba ignorar el asunto, hacer como si se borrara de mi memoria lo ocurrido, desde el primer hasta el último día en que salimos; otros me  llenaba una rabia repentina que descargaba en contra del mundo encontrando hasta el mas mínimo pretexto para enfurecerme y como olla express ir soltando la presión poco a poco y en mis peores días (que fueron pocos pero no por ello tuvieron consecuencias trascendentales) mis dedos parecían cobrar vida propia y urgían por marcar su número, la mayoría de las veces lograba contenerme e iba a la indiferencia o a la rabia de nuevo, hasta que como un virus que intentan contener en las películas y se sale de control, mis ansias ganaron y escuche su voz por el otro lado del auricular. Me congelé por un momento o eso era lo que a mi me pareció, pero al recobrar un poco de control de nuevo me encontré interrumpiendo mis propios reclamos, sollozos e incoherentes palabras, callé por un momento y el silencio invadió algunos momentos nuestras distintas dimensiones, hasta que pude escuchar un suave y desvalido "Lo siento", quise tranquilizarme, intentar obtener explicaciones, y dar las propias, pero solo pude llorar con la bocina enterrándose en la palma de mi mano, como si al dejarla ir lo dejará ir de igual modo, se mantuvo callado escuchando el sonido que era casi imperceptible del dolor que me causaba; era lo menos que podía hacer, escuchar aquel reclamo callado, silente y vergonzoso que solo se asomaba en forma de lagrimas, de algún modo lo necesitaba a lado mio, necesitaba que me abrazara, que me ayudara a digerirlo todo, que solo estuviera conmigo...De algún modo lo hizo, quedándose del otro lado aunque no tuviera que, escuchando lo que necesitaba que escuchara, mientras pudo colgar apenas escucho mis alaridos sin embargo no lo hizo... A veces no entiendo como es que me hace amarlo aunque no debería... Como me hace ir en contra de mi misma.

Alana.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Paris IX



  "Tu mi amado Antoine, la tristeza que me embarga es enorme al igual que mis ganas de huir de tu presencia. Por ti es que estoy frente a esta hoja en blanco que espero ir llenando poco a poco, así como nosotros hemos ido llenando estas hojas implícitas que se nos dan día a día. Los días aquí en París empiezan a perder sentido, no entiendo tus motivos y para serte más sincera, tampoco tengo un verdadero interés en conocerlos; el daño que has causado tiene dimensiones inimaginables, quiero irme. Quiero dejar de verte, de sentirte, de guardarte en aquel estante con tesoros en el que te tengo, quiero irme a retener a algún lugar donde pueda destruirme y quitarme este peso terrible que siento en el pecho, me asfixia, me haz roto de un modo en el que es muy difícil pegar a alguienAntoine te amo y no quiero pretender como tú, que todo está bien, como si aquellos labios no existiesen, como si tú pasado de pronto se desvaneciera y lo perdieras en la inmensidad de tus pensamientos. No quiero confrontarte porque  ya estando aquí en tu cuarto lo siento todo muy ajeno,quiero salir corriendo, pero mis piernas se quedan paralizadas y sin que me dé cuenta de pronto mis sollozos empiezan a golpear las cuatro paredes. Tu no sabes lo que pienso, no definitivamente no lo sabes. Tu no sabes las veces que yo anhelado el cielo estrellado que no me perteneció, las dulces palabras que a diario tenía, el modo en el que tu pendías de sus suspiros, quizás por eso me ha dolido tanto, porque aun estando yo; ella seguía teniendo todo aquello, ella te sigue teniendo..."

La pluma me temblaba en la mano al escribir esa ultima línea, tenía mas que decir, tenía que decirte lo furiosa que estaba, la melancolía que emanaba en todas las formas posibles... Cartas, notas, canciones, lagrimas, escritos sin sentido, paseos en lo que se me olvidaba en donde tenía que bajar del autobús; pero ese balde de realidad que sentí al escribirlo me impidió continuar, lo quería dejar así, inconcluso justo como nosotros, no quiero vomitarte palabras de reproche que apestaran después de un tiempo, pero me iba para siempre y estoy forzada a decírtelo todo.


"No se como nunca me percate, no se como estaba tan enamorada que no note  las miradas perdidas, los besos de arrebato, los escritos botados en la mesa, los que leía y me decía habías escrito hace ya mucho (cuando tenía un par de días), las películas en la mesita de café con las tazas encima, todas aquellas cosas que te la traían a la mente... y como yo que era la única "cosa" que te distraía de ello.     Recuerdo una nota de aquella que una vez vi en tus repisas de hace ya mucho, procure no enloquecer e intentar convencerme de que la nostalgia a veces es buena conservarla para preservar el sentimiento, pero he de confesar que mi vaga mentira nunca me entró del todo a la cabeza y ahora todo empieza a cobrar sentido.Tampoco note los miles de cigarrillos que fumabas al día, como tus palabras pesaban mil toneladas cuando hablabas de ella, pero para mi eran espuma que deslavaba el agua cuando salían de tu boca ignorando... No nunca lo note. 

Debo decirte también que me entere hace unos cuantos días, por intuición, por rumores, por esta curiosidad que tu "tanto amas" y que a veces me lleva a abrir la caja de Pandora para sacar todos los males existentes, quería hurgar en tu alma y termine hurgando en la propia, solo para averiguar que nunca te conocí, que me enamore de alguien que probablemente no existe siempre, mas que en su estado de melancolía, y que estado mas bello es este... Te amo melancólico, extrañando y anhelando algo que no tienes, intentado convertir a alguien en tu nuevo objeto de amor, quizás fingiendo a veces que no soy yo,  que soy ella...que modo tan cruel de enamorarme tienes, que falso y que verdadero; que tonta yo por enamorarme, que afortunada de haberlo disfrutado... Te amo y debo irme."

Deje la nota confusa y quizás algo inconclusa sobre el buro del lado donde duerme, las lagrimas me estaban venciendo, me sentía atrapada y tenía que irme, salí por el largo pasillo en cual camine muchas veces sonriente, como un museo sentía los recuerdos enmarcados en la pared observándome.  Que salida  mas triunfal que partir limpiando lagrimas en el elevador.


Alana